¿Cómo gestionar el bank de apuestas deportivas?
Una de las cuestiones más importantes que todo aquel que quiera introducirse en el mundo de las apuestas debe tener claro es la gestión del bankroll con el que se cuenta.
Tanto es así que un buen pronosticador que no cuente con una buena gestión del bankroll está abocado irremediablemente a las pérdidas, y por contra un pronosticador mediocre con una buena gestión del bankroll puede obtener un resultado mucho más positivo.
¿Qué es el bankroll de apuestas deportivas?
Se entiende por bankroll o bank, el total de dinero que se tiene disponible para la realización de apuestas deportivas.
¿Dónde puedo depositar el bankroll?
Es indiferente, uno puede tenerlo en las casas de apuestas, en cualquier monedero electrónico estilo Moneybookers o en su cuenta bancaria, pero lo que sí es imprescindible es tenerlo determinado.
Si no se hace así al final se corre el riesgo de caer en la ludopatía y proceder a ingresos constantes para seguir apostando.
¿Qué es el Stake?
Una vez definido el bankroll lo ideal es tener también determinado un stake o grado de confianza máximo representado por un porcentaje del bankroll.
La gente suele hablar un stake máximo del 5% o del 3%, es decir, lo máximo que apostaremos en un evento por muy seguros que estemos de que el resultado va a ser favorable será el 3% del bankroll.
Esta estrategia nos vale sea cual sea nuestro bankroll puesto que el mismo se irá incrementando o disminuyendo proporcionalmente en función de los resultados que vayamos obteniendo al tiempo que hará variar lo que significa ese 3% del bankroll.
¿Debo mantener fijo el Stake máximo?
Obviamente no, ese sería el tope pues uno confía en ese resultado, pero en otros eventos el stake puede ser mayor, de hecho, lo normal es que cuanto más alta sea la cuota del evento mayor es a priori su dificultad y menor debería ser el stake, pero eso lo hablaremos en otro momento.
Con estas sencillas reglas que hemos introducido de gestión del bankroll evitaremos pérdidas por encima de nuestras posibilidades y garantizaremos la pervivencia de nuestro saldo durante mucho tiempo.
Por cierto, una cuestión obvia es que uno no puede poner un bankroll excesivo, ahí es complicado definir el parámetro porque unos apostadores lo hacen por diversión y otros lo tienen incluso como medio de vida.
Lo ideal es que el bankroll para aquel que no sea profesional de esto se adapte a las circunstancias de todo inversor en Bolsa, es decir, tener destinado el dinero que no se va a necesitar para otra cosa, es decir, aquello de lo que razonablemente se puede prescindir.
¿Cómo gestionar adecuadamente mi bankroll?
El ‘bankroll’ hace referencia al capital del que disponemos dentro de la plataforma del operador. Y, ¿por qué es tan importante gestionarlo adecuadamente? Porque de ello dependerá el que obtengas beneficios a largo plazo o te arruines a la primera de cambio.
Por ejemplo, si tienes 50 dólares o equivalente ingresados en tu cuenta y en un par de apuestas lo pierdes todo, nunca serás un apostador sólido. Y no se trata de que puedas permitirte ingresar otros 50, porque a la larga lo único que harás será perder dinero, y no creemos que eso te haga especial ilusión.
Por lo tanto, el punto esencial aquí es apostar solo un determinado porcentaje de la cantidad total que tengamos depositada en la casa de apuestas que utilizamos. Normalmente, los expertos suelen recomendar no apostar más de un 10 % a un mismo mercado y nunca más de un 30 % a un tiempo.
Evidentemente, si queremos ganar grandes cantidades cuidando nuestro bankroll, deberemos disponer de un presupuesto considerable.
De lo contrario, es preferible ganar poco, pero ganar, que entrar en la espiral de ingresar una y otra vez (que hará que con el paso de las semanas la cantidad invertida supere con creces presupuestos que a priori nos parecían desmesurados; lo que se traduce en problemas económicos).
¿Como mantener un Yield positivo en mis apuestas?
Para acabar con un ‘yield‘ positivo mes tras mes, lo primero que debemos hacer es reducir lo más que se pueda las pérdidas al mínimo. A continuación, te contamos cómo:
- Establece tus límites
Para apostar de modo responsable se recomienda empezar con límites muy marcados. Aunque puedas permitirte gastar grandes cantidades de dinero desde el mismo momento en que comienzas a apostar, lo mejor es adquirir experiencia primero y, luego, llegado el momento en el que te sientas seguro y realmente entiendas al 100 % todos los entresijos de esta actividad, aumentar el presupuesto.
Precipitarse puede ser muy perjudicial, pues un golpe de suerte al inicio es posible que te haga creer que ganar es muy fácil y, cuando quieras darte cuenta, estarás profundamente endeudado y rodeado de problemas.
- Especialízate en uno o dos deportes
Céntrate en uno o dos deportes en concreto. Esto te permitirá poner cerco a la información disponible, lo que te facilitará estar al tanto de todas las novedades y te hará detectar con mayor facilidad las apuestas ganadoras. Obtener beneficios que no son un simple resultado de la suerte y el azar, es sinónimo de conocimiento y estudio; o sea, el día a día de un buen apostante.
- Analiza todos los datos
Hilando con el apartado anterior, tendrás más posibilidades de ganar si tus apuestas están fundamentadas. Para lograr esto debes estudiar a fondo todas las variables.
Por ejemplo, si apuestas al tenis, tienes que tener en cuenta aspectos como la superficie de la cancha, las condiciones del clima, la trayectoria del tenista, la hora y el nivel de motivación del tenista.
- Busca las mejores cuotas
Elegir siempre las mejores cuotas es clave para compensar las pérdidas y obtener beneficios a largo plazo. Esto solo se consigue si tenemos cuenta de usuario en varias casas de apuestas. Con esta estrategia podemos comparar diversas cuotas y apostar siempre en la casa que nos ofrezca la más alta.
La diversidad nos ofrece además otras posibilidades muy atractivas. La primera es que cada casa ofrece promociones y bonus de lealtad muy diferentes entre sí y en ocasiones diferentes.
Por lo tanto, apostar con varias casas de apuestas nos permitirá acceder a todas estas ofertas que, si utilizamos bien, pueden suponer el empujón definitivo que estaba esperando nuestro ‘yield’ (y todo con cero riesgos).
A esto se le suma que, cuantas más casas de apuestas manejemos, más posibilidades tendremos de adaptar la apuesta a un escenario ganador.
Cada operador presenta unas condiciones de uso diferentes que hay que saber manejar. Por ejemplo, volviendo al mundo del tenis, si sabemos que uno de los jugadores está pasando por problemas físicos y la cuota de su oponente es alta, apostar por este último es una gran opción.
Sin embargo, en casos como estos es posible que el rival contra el que vamos a apostar se retire antes de que acabe el partido. Si eso sucede, solo ganaremos la apuesta si la hemos hecho en uno de los sitios que se conocen como ‘casas de un punto o de un set’.
De haber apostado, por ejemplo, en Bet365, la apuesta se daría como nula, pues esta casa solo contempla el resultado de una selección en los casos en los que el partido se completa íntegramente.
- Utiliza un sistema de apuestas
Pese a que el factor humano hace muy difícil establecer estrategias realmente sólidas, existen numerosos sistemas bastante efectivos para reducir los riegos a la hora de apostar.
Algunos de ellos son muy complejos y requieren de conocimientos matemáticos profundos, sin embargo, existen otros muy útiles y bastante sencillos. Uno de los más conocidos es el ‘trading’, directamente exportado de la especulación financiera en bolsa. En internet existen numerosas páginas dedicadas a este tema.
Tómate tu tiempo y estudia todos los sistemas que puedas hasta encontrar aquel que más se adapte a ti.
Conclusiones
Piensa siempre en el largo plazo y no actúes jamás por impulsos ni arrebatos.
Ten en cuenta que apostar sin riesgo es imposible, pero si mantienes la calma, eres capaz de afrontar con serenidad periodos de pérdidas y sigues nuestros consejos, acabarás por reducir esos riesgos al mínimo y convertir esta actividad en algo lucrativo que no hará más que traer alegrías y agradables sorpresas.