El “Empate, apuesta no válida” en apuestas 1×2
En ocasiones, no llegamos a sentirnos cómodos con las apuestas tradicionales al estilo 1X2. Lo que realmente nos gustaría es poder jugar una opción binaria -dos elecciones-. Hay una forma eficiente de fabricar nosotros mismos esta opción.
En este artículo, entre otras cosas, mostramos la manera de utilizar la opción “Empate, apuesta no válida”.
¿Qué es “Draw No Bet” o “Empate, apuesta no válida”?
Al efectuar apuestas sobre el resultado de un partido en su tiempo regular en la modalidad 1X2, los apostantes con frecuencia prefieren optar por una opción más simple compuesta solo por dos elecciones.
Hay dos opciones disponibles en este caso, que son “Doble Oportunidad”, en la que se puede combinar equipo de casa y empate, o visitante y empate como dos únicas alternativas, y “Empate, apuesta no válida”, la cual, como su propio nombre indica, elimina el empate de la apuesta, permitiendo a los apostantes jugar por el equipo de casa o por el visitante, ganando la apuesta si el equipo elegido vence y recuperando el dinero apostado en caso de empate.
Tanto si los apostantes deciden apostar por una victoria casera o una victoria visitante, el éxito depende de un único resultado, pero si el partido termina en empate, pierden lo apostado. Es por tanto lógico pensar que la ganancia de una apuesta que deja fuera el empate estará situada en algún punto intermedio entre 1X2 y Doble Oportunidad.
Los apostantes pueden por lo tanto combinar apuestas 1X2 que funcionarían como un “Empate, apuesta no válida”. Para ello se necesita cubrir una victoria casera con la posible ganancia obtenida por el empate; de esa manera, si el partido termina en empate, su ganancia neta será cero, que es lo que realmente se quiere conseguir.
Alternativamente, hay casas de apuestas que ofrecen numerosas líneas de Handicap asiático. El hándicap asiático +0,5 funciona exactamente como Doble Oportunidad, mientras Hándicap Asiático 0 se conoce como “PK”. La opción Empate, apuesta no válida supone algo más que lo ofrecido por el Handicap asiático, dando al apostante la posibilidad de obtener un valor extra al efectuar su apuesta.
Ejemplo de “Empate, apuesta no válida”
Veamos un ejemplo en que sería razonable utilizar “Empate, apuesta no válida”. Digamos que pensamos que el Aston Villa se encuentra en buenas condiciones de ganar al Chelsea y queremos apostar 100€ a la victoria del Villa, que se paga a 7,790; a la vez, queremos asegurar nuestra apuesta en caso de que el partido acabe en empate.
Otras casas de apuestas valoran al Villa en 4,90 y 5,50. Esto significa que nuestra apuesta rendiría un beneficio de entre 390 y 450 euros.
¿Por qué, entonces, deberíamos jugar en casas de apuestas que ofrecen premios peores?
Veamos.
En algunas casas, como ya se ha dicho, ofrecían 7,79 por la victoria del Villa y el empate a 4,3, mientras que la victoria del Chelsea se pagaba a 1,518. ¿Qué ventaja podemos obtener de estos precios?
Para el propósito de nuestro ejemplo, etiquetaremos la cantidad apostada por el Villa como S, por lo que la apuesta al empate será de 100-S, ya que el total a jugar es de 100€.
Si el Villa vence en el partido, ganaremos (7,790 – 1)*S en esa apuesta, y perderemos (100-S) de lo apostado al empate. Por tanto, nuestro beneficio neto quedará como sigue:
7.790*S – 100
Si el partido finaliza en empate, habremos ganado (4.300-1)*(100-S) en esa apuesta, dado que la queremos para cubrir pérdidas si no se produjera la esperada victoria del Villa. Por tanto, S quedará como:
(4.300-1)*(100-S) = S
La ecuación es relativamente fácil de resolver, y da un valor de S=76,744€, que será nuestra apuesta por la victoria del Villa, quedando la cantidad destinada al empate en (100-76.744) = 23.256€.
Revisemos los cálculos. Nuestro beneficio en caso de empate será de (4.300-1)*23.256 = 76.745, lo que es justamente lo perdido en la apuesta por la victoria casera, que de esa forma recuperamos.
Veamos ahora que hubiera pasado en caso de victoria del Villa. Hubiéramos ganado 7.790-1)*76.744 = 521.092€, y perdido 23,256€ de lo jugado a empate, por lo que el total obtenido hubiera sido de 497,84€, que supone un 9% más de beneficio que lo ofrecido por la mejor casa de la competencia, y un 21% más que el resto.
Así que, ¿valió la pena la molestia de efectuar unos simples cálculos? Un aumento en las ganancias de entre el 9 y 21 por ciento debería ser suficiente motivación como para dedicar unos minutos a calcular nuestras apuestas.
Del ejemplo anterior es fácil deducir una regla general para las apuestas. Si etiquetamos la cantidad total de dinero que estamos dispuestos a arriesgar como TOTAL, denominamos a las probabilidades de victoria en casa como CASA, la victoria visitante como VISITANTE y las probabilidades de empate como EMPATE, entonces:
(DRAW – 1) * (TOTAL – S) = S
Lo que nos da la siguiente fórmula para la victoria del equipo de casa:
S = TOTAL * (EMPATE – 1) / EMPATE
Y como puede verse, la cantidad a jugar dependerá únicamente de cómo se pague el empate, lo que facilita sobremanera el cálculo, y es el mismo para estos dos casos:
Victoria casera y empate, apuesta no válida o
Victoria visitante y empate, apuesta no válida
Pero si se desea calcular el precio real, será necesario entonces incluir el precio de la victoria en casa y el precio de la victoria visitante.
Debemos recordar que el precio (odds en este caso) se representa como el ratio entre lo ganado y lo apostado. Usando las mismas etiquetas que en la ecuación anterior, en caso de victoria casero, nuestro beneficio será:
CASA * TOTAL * (EMPATE – 1) / EMPATE
y por lo tanto, expresado en probabilidades decimales:
Precio = (CASA * TOTAL * (EMPATE – 1) / EMPATE) / TOTAL
O, despejando la fórmula:
Precio = CASA * (EMPATE – 1) / EMPATE
De igual forma, para calcular el precio de la victoria visitante y Empate, apuesta no válida:
Precio = VISITANTE * (EMPATE – 1) / EMPATE
Artículo redactado por Pinnacle Sports, traducido por Centroapuesta.