Sin duda la Davis es una competición especial en la que cada país pone lo mejor que tiene a disposición en cada momento al objeto de lograr la preciada Ensaladera.
Esta premisa básica se encuentra con situaciones como la que actualmente vive España en que los primeros jugadores españoles del ranking en pos de su mejor rendimiento en torneos individuales de ranking ATP se borran de las eliminatorias (caso de Nadal o Ferrer antes) con lo que el potencial del equipo queda totalmente mermado.
Algo similar le ha ocurrido durante años a Federer con Suiza.
Sin duda el hecho de haber ganado en más de una ocasión esa ensaladera, y el hecho del coste físico que comporta ayudan a ello.
Por este condicionante de la competición de la selección en cada momento es fundamental tener en cuenta la convocatoria que cada selección lleva en un momento determinado, la cual varía en función del rival y del escenario en el que se ha de disputar el encuentro.
Es evidente que el factor cancha se ha vuelto decisivo en las eliminatorias de la Davis y lo difícil es ganar a domicilio pues cada equipo pone la pista en la que mejor se desenvuelven sus jugadores o en su defecto a la que peor se adaptan los contrarios.
Otro factor fundamental en la Davis es el físico.
Los jugadores están acostumbrados a jugar casi todos los torneos al mejor de 3 sets pero en la Copa Davis hay que cambiar el chip, jugar tres encuentros (si se disputa el doble) al mejor de 5 sets lo que hace que el factor físico gane enteros que sumado a la climatología local y a la superficie adaptada al mejor rendimiento del jugador que juega en casa suele hacer de estos partidos algo diferente.
