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Falacia del jugador. Evita caer en ella

La falacia del jugador forma parte de la psicología de las apuestas y ha existido desde que los juegos de azar y casinos tocaron las puertas de la civilización, también conocida como la falacia de Montecarlo, se trata de la expectativa de los jugadores a un posible cambio de “suerte” después de una racha extendida de los resultados. Para poder esquivar y no ser parte de la gran estadística de víctimas hay que entenderla y poder evitarla con éxito.

¿Cuál es la falacia del jugador?

Cómo se dijo con anterioridad se trata del erróneo pensamiento que poseen algunos apostadores sobre que algún determinado evento aleatorio sea más o menos probable en función de los resultados anteriores. Dicho de manera más sencilla, significa que después de una serie de ganancias viene una pérdida o a la inversa.

La falacia del jugador se hizo conocida en la década de 1970 de la mano del psicólogo  Amos Tversky y el economista Daniel Kahneman, gracias a su trabajo sobre el comportamiento del sesgo cognitivo se convirtieron en pioneros en el estudio de la toma de decisiones irracionales que tienen las personas.

¿Por qué se le conoce como la falacia de Montecarlo?

Al principio se hizo referencia a la falacia de Montecarlo, pero ¿Por qué se le conoce por este llamativo nombre? La historia se remonta a 1913, cuando una noche de verano un tanto alocada, la bola de la ruleta cayó 26 veces continuas en el hoyo negro. Estadísticamente las posibilidades de que esto ocurra es 1 en 136.8 millones, es decir que, ni los jugadores con más experiencia había estado en presencia de una ruleta con semejante resultado.

Esa noche, el casino de Montecarlo abrazó millones y millones de francos debido a la falacia del jugador. Para muchos, esa noche fue la más lucrativa de cualquier casino hasta la fecha, gracias a esto los apostadores fueron enviados a la tintorería al apostar a una reversión de los resultados. Parte de lo que sucedió fue que los apostadores confiaron de manera equivocada en un proceso “aleatorio” en el que la rueda tenía que cambiar el resultado luego de un par de vueltas.

Ejemplos de la falacia del jugador

La falacia del jugador puede ser aplicada a muchos contextos de la vida cotidiana no solo al mundo de las apuestas deportivas, por ejemplo, muchas veces se han visto a innumerables parejas en espera de su tercer o cuarto hijo, según este sesgo cognitivo, para ellos lo más lógico es pensar que luego de haber tenido dos niños, el bebé en camino sea una niña. Cuando la realidad es que a pesar de los resultados anteriores siguen en el margen de 50/50.

Otro buen ejemplo sería aplicarlo al mundo de los viajes aéreos, para esta teoría la probabilidad indicaría que aquellas personas que frecuentan tomar vuelos en algún momento han de tener un accidente durante su viaje. Pero según la perspectiva real, esto es totalmente falso, ya que los vuelos son independientes unos de otros, de hecho, hay estadísticas que dan como posibilidad tener un accidente de avión 1 entre 1.2 millones. Es decir que es más probable que una persona muera impactada por un rayo que por viajar en exceso utilizando aviones.

¿Por qué caemos en la falacia del jugador?

La falacia del jugador desde un punto de vista psicológico es un sesgo cognitivo, es decir, se trata de un patrón sistemático de racionalidad desviada que sucede por la manera en la que el sistema cognitivo funciona. Dicho de otro modo, las personas tienen la expectativa de que las secuencias aunque sean cortas serán representativas de su proceso generador, creando la ilusión de que el azar es un proceso auto corrector y justo.

Es por ello que muchos apostadores ven secuencias aleatorias de los eventos, a esta tendencia humana de buscar que las pequeñas muestras numéricas se equilibren se le conoce como heurística de los números pequeños.

¿Cómo evitar caer en la falacia?

El punto de partida para no caer en este sesgo cognitivo es ser plenamente consciente de que está siendo utilizado o está a punto de usarse. Aunque parece bastante sencillo hay estudios que han demostrado que estar consciente de la existencia de la falacia del jugador no es suficiente para evitarla, para ello se han desarrollado técnicas especiales para eliminar con éxito estos prejuicios.

La técnica más utilizada es destacar la independencia de los diversos eventos, esto elimina la visión de que pueden verse afectados entre sí. Por ejemplo, el uso de los dados en los casinos, estos no tienen forma de recordar las tiradas anteriores por lo que en consecuencia, no tienen manera de influir en el próximo resultado; así pues, que si cae un doble de 6 es perfectamente posible que pueda volver a caer en la siguiente ocasión.

A esto podemos agregar un autoanálisis o pedirle a alguien que logre explicar cómo sería posible que los dados influyan entre las diferentes tiradas, esto resulta beneficioso ya que obligan al jugador aplicar la lógica a partir de hechos constatables y no simples presunciones.

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